Seguramente uno de esos nombres que
todos hemos escuchado en algún lado, es el de Freud, lo cual no es de
sorprenderse, pues el padre del psicoanálisis representa uno de los
intelectuales más influyentes del SXX, esto debido una vasta teorización sobre
la conducta humana, que desarrollaría a lo largo de toda su vida.
Freud con la introducción de sus teorías
vendría a revolucionar lo que se sabía o mejor dicho, se daba por entendido en
la época, sobre la psicología y la neurología (carrera que cursaría en la
universidad y en la que iniciaría sus investigaciones), según Freud la conducta
humana, (en especial los casos de histeria), tendrían su origen en desviaciones
del desarrollo de la sexualidad, proponiendo entre otras cosas, la maduración
de la libido, desde los primeros meses de vida; aunque mucha más notoriedad tendría
su estructura propuesta para explicar el funcionamiento de la mente, que
según Freud estaría divida en tres partes:
El ello (id) representa las pulsiones o impulsos primigenios. Según
Freud, constituye el motor del pensamiento y el comportamiento humano. Contiene
nuestros deseos de gratificación más primitivos.
El superyó (super ego), la parte que contrarresta al ello,
representa los pensamientos morales y éticos.
El yo (ego) permanece entre ambos. Actúa mediando entre nuestras
necesidades primitivas y nuestras creencias éticas y morales. No es sinónimo de
la consciencia (existen partes del yo que son inconscientes). Un yo saludable proporciona la habilidad
para adaptarse a la realidad e interactuar con el mundo exterior de una manera
que represente el mejor compromiso entre los deseos y mociones pulsionales del
ello y las demandas restrictivas o punitivas provenientes del superyó.
Si bien, abarcar un compendio de
los aportes de Freud, tomaría varios post, a modo de introducción a su persona,
podría decirse que sus teorías tendrían como tesis los puntos anteriores.
Ya entrados en materia, es
posible hablar sobre el razonamiento por el cual Freud explicaba las religiones
(en especial la cristiana, que tiene su origen en la religión judía, con la
cual Freud tendría mayor roce), desde su surgimiento, hasta la estructuración
que tenían en su época.
Teniendo en cuenta el significado
de religión: “f. Conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de
sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la
conducta individual y social y de prácticas rituales , principalmente la
oración y el sacrificio para darle culto” (RAE.)
Y el hecho de que, al menos en
esencia, los cultos o rituales de índole religiosa tienen una antigüedad de al
menos 60 000 mil años, según muestran evidencias de sepulturas intencionales,
en ocaciones acompañadas de objetos; se hace evidente que contrario a la afirmación
común de que las religiones surgieron debido a un interés meramente humano,
para ser usadas como instrumentos de control de masas, pues para el momento en
que se sitúan insipientes cultos religiosos, los homínidos, u “hombres
primitivos”, que deambulaban sobre el planeta, aun no desarrollaban rasgos
cognitivos de tal complejidad, en cambio, como puede ser observado actualmente en las
familias de chimpamces, (nuestros parientes más cercanos, sobre lo que se habla
en esta entrada http://cienciaconsentido23.blogspot.com/2018/08/evolucion-que-dice-y-que-no-dice-la.html),
los humanos para esa epoca e incluso desde milenios anteriores a 60 000 añs atrás,
ya contaban con una cierta capacidad de interacción social entre ellos, lo que
sugiere que el inicio de estos cultos religiosos vendría a ser más bien una conducta
adoptada por los individuos a través de su interacción con el medio.
A través de los estudios, se ha
propuesto como motivo del surgimiento de la religión, la necesidad intrínseca del
hombre primitivo de comprender la naturaleza en que vivía, (fenómenos naturales,
animales de otras especies), de ahí se podría deducir como hipótesis, que los
primeros cultos a la muerte, fuesen una forma de los hombres primitivos de
rendir culto a la naturaleza quien “los llevaba a la muerte”. (ya lo diría Eisten
"En el hombre primitivo es
fundamentalmente el miedo lo que produce ideas religiosas: miedo al hambre, a
los animales feroces, a la muerte.")
A partir de este punto, las
religiones tendrían una evolución a la par de la evolución psicológica y
cognitiva de los seres humanos, en cuanto los rituales se volverían más elaborados,
y su relevancia en las sociedades primitivas fuera en auge; de esta manera, el carácter
de divinidad de la naturaleza (los fenómenos naturaleza eran dioses, dios sol,
dios lluvia, dios rio), se va desviando en un sentido de divinidad que
trasciende a la naturaleza (lo sobre natural), y los caracteres divinos serian
ahora asignados a otros seres, fuera de la naturaleza y de elaboración más
compleja, de acá surgirían antiguas religiones como la egipcia, con toda una
detallada historia para sus dioses, una cosmogonía y demás.
Freud encontraba en estas
religiones primitivas “el carácter sincero del credo religioso”, en cuanto a la
“evolución religiosa”, sería solo un intento de racionalizar las creencias
además de dogmatizar las mismas. Para Freud, el paso de las religiones desde el
carácter de adorar la naturaleza, al surgimiento de la idea abstracta de lo
sobre natural, pasando desde las religiones politeístas, a las monoteístas,
como el cristianismo, podría ser comparado al desarrollo de los rasgos
intelectuales y sensoriales del ser humano, en tanto habría una analogía entre
los padres y los dioses en cierto sentido, que explicado de forma sencilla se
podría ver así:
En el inicio de la vida humana,
usualmente, los bebés están al cuidado de sus progenitores, quienes se
encargaran de proveer al bebé de seguridad, alimentos, y cubrir sus
necesidades, con el paso del tiempo y el desarrollo de la mente, el niño,
dentro de su inocencia, vera en los padres a sus guardianes de todo mal, en
tanto le es enseñado por sus padres, conceptos ajenos a su entender, a través de
la religión, de este modo un niño que aún no tiene una capacidad intelectual
para siquiera plantearse la pregunta del sentido de la vida o el funcionamiento
de la naturaleza, la idea de un dios implantada por los padres, solo vendrá a
llenar un miedo inconsciente de todo ser humano (a la oscuridad, tormentas y
demás riesgos que percibimos por intuición), alimentándose de imaginación,
representando los padres la verdadera figura omnipotente y omnipresente.
Pero con el desarrollo al niño
comienza a serle bastante notoria la carencia de omnipotencia de sus padres,
dejando un espacio vacío al sentido de seguridad inmediata que se acostumbró a
tener, vacío que sería llenado por la figura divina que sus padres han implantado
en él, con la cual responderá a las preguntas que recién se empieza a plantear,
entrando en la adolescencia (preguntas sobre el sentido de la vida, el
funcionamiento de su entorno, además de la necesidad de un sentido de
pertenencia).
La analogía que, hacia Freud
entre esta visión de un niño, con el desarrollo de las religiones, era que en
lugar de tratarse de un individuo aislado, las sociedades tenían una evolución similar,
pero en colectivo, en tanto se desarrollaban las capacidades intelectuales de
los humanos primitivos, las cuales no solo permitían darle un sentido más filosófico
a las regiones, pasando de una adoración de la naturaleza, a humanizar a
divinidades que englobaran en su totalidad las características que antes se dividían
por dioses, y además dotando a esta divinidad con los rasgos “paternales”, que
encontraban los humanos en sus primeros dioses, (sus padres).
Todo este razonamiento llevo a que
Freud planteara que el hombre extrapolo la figura paterna a un ser divino que
si le daría un sentido de protección absoluta, una explicación a todas sus
dudas, y más importante aun, un sentido a su vida.
Es de esta manera (en resumen),
que una de las mentes más brillantes de la humanidad, explicaba el surgimiento
de otro aspecto de la psique humana a la que dedicaría muchos de sus estudios,
la “religiosidad”.
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FUENTES
Jones, Ernest (2003). Vida y Obra
de Sigmund Freud.
Wade,
Nicholas. (2006) Before the Dawn: Recovering the Lost History of Our Ancestors.
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